lunes, 9 de marzo de 2009

Ingrato.

La noción del tiempo se me desvanece. Camino en de lado a lado tratando de mantener el equilibrio. Una gota de sudor frio baja por mi mejilla derecha hasta la comisura de mis labios. Con dificultad logro encontrar y encajar la llave para poder abrir la puerta. Me muevo descuidado por el pasillo y enciendo despues de varios intentos la luz del baño. Me inclino rendido y asomo mi cabeza frente al inodoro, contemplando mi paupérrimo reflejo facial en el agua. El estómago se me revuelve y siento ácido brotar de mis entrañas a través de mi garganta. El agua salpica y se tiñe de un color entre tierra y verde musgo.
Esta noche mis amigos brindaron conmigo, pero ahora ya no queda nada de esos incontables ires y venires de bebida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se le agradece de antemano.
Cualquier crítica negativa será castigada con la muerte.
Es libre de opinar.