sábado, 15 de diciembre de 2012

Contexto


Tendrías que haberlo visto. Cuando entré al quirófano ni yo pude creerlo. A pesar de todos los procedimientos de limpieza la putrefacción se sentía en el aire. No sé cuánto tiempo tuvo ese pie gangrenado antes de ir a atenderse, pero la verdad es que a esa altura ya se estaba descomponiendo, de hecho la putrefacción no se le propagó de milagro. Durante la operación la sangre se veía verde y los tejidos presentaban tonos multicolores, no sabía si estaba amputando una pierna humana o la de un Little Pony… ¿Me pasas la sal? Un lomito sin ella no sabe bien. Bueno, como te decía, el paciente…

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