sábado, 23 de junio de 2012

Queque

Suena el gastado motor eléctrico de la batidora. Se quiebran los huevos, se derrama la leche, se cae la mantequilla y se arma un revoltijo. Una nube de harina impide respirar e incluso ver a más de un metro de distancia. Ella se acerca despacio a la mezcla y da un tierno beso a la superficie pegajosa diciendo "un poco de dulce". Unos minutos de un calor infernal, se abre la puerta del horno y la vista se torna asquerosa... Gracias a Dios en la cocina, mi polola hace un delicioso queque. El desastre en la pieza de las pequeñas gemelas lo limpiaremos más tarde.

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